El color para dar vida a tu decoración

El color es una herramienta útil y efectista a la hora de decorar la casa, pues además de transmitir sensaciones, como calidez, vitalidad, armonía o relajación, es capaz de crear efectos ópticos que nos ayudan a aumentar la luminosidad natural de una estancia, ganar profundidad espacial o disimular diferentes alturas de los techos.

Recomendamos no usar más de dos o tres colores base en una estancia para conseguir ambientes agradables y relajantes.

La elección del color es una decisión particular, nuestra sensibilidad por cada uno de los colores es diferente y desigual en cada una de nuestras etapas personales. Una buena idea es escoger una gama con la que realmente estemos cómodos.
Los colores se agrupan en cálidos y fríos, según las sensaciones que nos transmiten.

Entre los cálidos nos encontramos con los anaranjados, los amarillos y los tierra.
Entre los fríos, los azules, verdes o grises.

Para un espacio armónico, lo ideal es combinar los fríos con fríos, en cambio, si queremos tener contraste, se combinan los cálidos con fríos.

FRÍOS CLAROS

Con sus tonalidades ligeras, el azul celeste verde aguamarina o el lavanda aportan profundidad con una frescura muy luminosa. El verde piedra nos refleja una luz serena y calma.

FRÍOS OSCUROS

Hay cálidos oscuros que abrigan, envuelven y agoten como los ocres y los beiges.
Los teja y los rojos profundos actúan siendo energéticos.

FOTO: Mariona Espinet

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