¿Las alfombras son para el verano?

Las alfombras son un elemento indispensable para la decoración del hogar. Sus orígenes son milenarios, pues las primeras alfombras datan del siglo V a.C. y se encontraron en la antigua Asia central. Eso sí, no fue hasta el siglo XVI que cobraron un gran protagonismo en Europa, dónde se consolidaron de manera definitiva. Y como bien sabes, su importancia se mantiene vigente hasta el día de hoy. 

No es casualidad que tantas generaciones de personas y de lugares tan diferentes hayan mantenido vivo este elemento con el paso de los años. Disponer de alfombras en casa aporta calidez, elegancia y seguridad. Pero con la llegada del buen tiempo y las elevadas temperaturas, suele emerger un falso mito: Las alfombras son para el invierno. Nada más lejos de la realidad. En este artículo, analizaremos esta duda tan extendida y te demostraremos que, efectivamente, las alfombras son para el verano.

FOTO: Showroom Margarita Ventura

¿Por qué deberías tener alfombras en verano?

 

1. Aportan un plus de elegancia a tu hogar

 Es innegable que el principal motivo para disponer de una alfombra en el hogar es estético. Y es que el valor añadido de una alfombra nos gusta. Y mucho. Disponer de una alfombra en un estado óptimo de cuidado y limpieza alegrará tus estancias y las dotará de color. Además, crearán un ambiente agradable y acogedor que te harán sentir mejor tanto a ti como a las personas que te rodean. ¿Y no te apetece tener esa sensación tanto en invierno como en verano?

 

2. Son sinónimo de seguridad

 Los peligros a la hora de dañar tu suelo son igual de pronunciados en cualquier época del año. La caída de objetos, las ruedas de las sillas, el roce de los juguetes… Son amenazas constantes en cualquier piso o casa. Por eso, una buena alfombra minimizará cualquier impacto o ralladura y mantendrá el suelo en un perfecto estado.

Además, si eres de las personas que en verano va descalza por casa… Las alfombras harán que los suelos duros sean más suaves. Por lo que tu sensación de comodidad aumentará sobremanera.

 

3. Disminuyen el ruido

Incluir elementos textiles en el hogar ayuda a absorber el sonido. Las decoraciones demasiado minimalistas favorecen el eco, por lo que siempre es recomendable un buen aislamiento acústico. Las alfombras, junto a elementos como cortinas o moquetas, son especialmente recomendables para ello. Algo que cobra importancia en verano, pues es habitual que las ventanas pasen más tiempo abiertas y el ruido del exterior penetre en nuestros hogares.

 

4. Mantienen fresco tu hogar

Lejos de lo que crees, la elección de una buena alfombra para el verano te aislará del calor y dotará de frescor tus estancias. Para ello, es muy importante tener en cuenta sus materiales, así como la forma en que están tejidos. Un aspecto clave es observar el grosor de las alfombras. Mientras que un mayor grosor favorecerá la presencia de calor en invierno, una alfombra más fina permitirá que el calor se libere. También debes tener en cuenta el color de tu alfombra en verano. Del mismo modo que sucede con tu ropa del día a día, la elección de colores claros también ayuda a refrescar tu hogar.

Foto: Nora Batlle & Kalimba Studio

Los mejores materiales para las alfombras en verano

 

Al hilo del punto anterior, recuerda que las alfombras en verano deben aportar calidez, no calor. Por eso, es muy importante tener claro qué materiales debes escoger para cumplir esta máxima.

Desde la antigüedad, se han usado materiales como el esparto, la palma o el mimbre para la decoración de paredes y suelos. Estos fueron los antecesores de las alfombras de fibras naturales. Pero en la actualidad, existen muchas soluciones para una mejor refrigeración de espacios.

 

●      La lana y el algodón, los aliados perfectos para cualquier época del año.

 La lana y el algodón son dos de los materiales más utilizados para las alfombras en verano y en invierno. Se trata de materiales naturales que aportan aislamiento térmico, por lo que mantienen el calor en invierno y absorben la humedad en verano. Además, son materiales fáciles de conservar y de limpiar, lo cuál aporta un plus de comodidad.

 

●      Los materiales de fibras vegetales más veraniegos: sisal, yute, cáñamo y bambú.

Las alfombras de fibras vegetales cobran un especial protagonismo en verano. Destacan por su frescura y su aspecto natural, y son muy polivalentes en cuanto a la decoración. Así pues, se adaptan muy bien al estilo rústico, pero también quedan de maravilla en estilos clásicos, minimalistas…

 

Por último, el tipo de tejido también es un aspecto a tener en cuenta a la hora de escoger una alfombra en verano. El tejido en espiga es uno de los más habituales, ya que su forma permite una mejor circulación del aire. Otro de los habituales es el bouclé, que aunque ofrece menos frescor, suma un plus de comodidad gracias a sus pequeños anillos. Finalmente, el estilo panamá es más plano, lo que favorece una menor absorción del calor.

 

¿Aún tienes dudas sobre cómo deben ser tus alfombras para el verano? ¡Escríbenos y te asesoraremos!

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